La paloma a lo suyo. Ni arcos, pórticos o pilastras. Me gusta el contraste entre la actitud natural de la paloma, como no podía ser de otra manera, y la matemática pétrea, rígida y fría, de la arquitectura.Un abrazo
Gracias por pasar a comentarlo. Besines
La paloma a lo suyo. Ni arcos, pórticos o pilastras. Me gusta el contraste entre la actitud natural de la paloma, como no podía ser de otra manera, y la matemática pétrea, rígida y fría, de la arquitectura.
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